¿QUÉ TENGO QUE VALORAR ANTES DE INVERTIR EN UNA FRANQUICIA?
La franquicia es un modelo de negocio que permite alcanzar el éxito empresarial de forma rápida, sin tener que empezar desde cero y con la ventaja de recibir el Know How de la franquicia que escojamos, buscando así minimizar el riesgo.
Pero antes de escoger una franquicia, tenemos que valorar diferentes puntos:
- A la hora de empezar, es fundamental tener información sobre el mundo de la franquicia, investigar los diferentes aspectos: finanzas, implantación, aspectos legales… realizar un plan de negocio. Internet será un gran aliado. Busca estudios sobre los datos, artículos y opiniones de expertos.
- Es importante hacernos un examen a nosotros mismos para saber si estamos preparados para afrontar este modelo de negocio. En este sentido, es importante tener en cuenta si vamos a afrontar la franquicia como un inversor puro, o voy a ser además empleado de mi propio centro franquiciado. Si además de hacer la inversión, vamos a ser empleados, es imprescindible valorar si la actividad que vamos a desempeñar en nuestra jornada laboral es de nuestro agrado.
- Las franquicias ofrecen un modelo de negocio ya cerrado, por lo que el franquiciado tiene que tener claro que el franquiciador no dará mucha flexibilidad a la hora de tomar decisiones y de incorporar nuevos elementos al modelo. A pesar de la poca flexibilidad, hay que sopesar qué aportaría yo a la franquicia para destacar entre ellas.
- Evaluar si la franquicia que nos ofrecen nos va a aportar los resultados financieros que esperamos.
- Además de los puntos mencionados, es fundamental que cuente con un histórico de resultados satisfactorio y acorde con nuestras pretensiones económicas, en consonancia siempre con la inversión inicial realizada.
En definitiva, cuestionemos siempre los nueve puntos siguientes antes de decantarnos definitivamente entre una u otra franquicia:
- ¿En qué consiste el negocio y cómo opera?
- Si voy a ser empleado de mi propio centro franquiciado. ¿Me gusta el trabajo que voy a desempeñar?
- ¿Es obvia la existencia de un mercado potencial?
- ¿Dónde se ubicará la franquicia?
- Originalidad del concepto y el éxito obtenido hasta el momento.
- Competencia existente.
- ¿Cuánto tiempo lleva la franquicia en el mercado y el tiempo de recuperación de la inversión (ROI).
- ¿Qué formación inicial y soporte me brindará el franquiciador y qué costes asociados tiene?
- Condiciones y restricciones del contrato de franquicia, incluyendo el tiempo de duración y las opciones de renovación.
El franquiciador probablemente le ofrezca un paquete de información con todos estos datos, pero no es lo único en lo que debe basar su decisión. Haga preguntas y pida evidencias de los datos que le ofrecen. También puede visitar a otros franquiciados y obtener sus puntos de vista sobre el negocio. Pida una lista de todos los franquiciados que existen a día de hoy y que por alguna circunstancia han dejado de pertenecer a la cadena.
Una vez realizadas estas valoraciones, estamos en condiciones de apostar por el modelo de franquicia que hayamos elegido, beneficiándonos del recorrido empresarial del franquiciador y de la experiencia de este en un modelo de negocio que ha ido puliendo con el tiempo y que minimiza sobre todo los riesgos en la inversión que vamos a llevar a cabo.
Las siete principales ventajas de trabajar bajo el modelo de franquicia:
- Trabajar con una marca con prestigio. En un negocio consolidado, donde las claves del éxito de la franquicia son trasmitidas con el Know How.
- Normalmente los franquiciados tienen derechos de exclusividad sobre el territorio.
- Al aumentar la red de franquicias, se gana en notoriedad de marca, lo que conlleva el aumento de confianza de los consumidores y por consiguiente una mayor fidelización.
- Al aumentar el volumen de compras a proveedores se abaratan los costes de materia prima y recursos necesarios, permitiendo aumentar así nuestro margen de beneficio.
- No sólo nosotros nos preocupamos por nuestro negocio. El franquiciador tiene el mismo interés que nosotros en que nuestro negocio funcione favorablemente, pues ha puesto su marca en nuestras manos y cualquier perjuicio para nosotros, supone un perjuicio para él y para su cadena.
- Formación y soporte continuo, con el fin de resolver todas las dudas que nos puedan surgir en el día a día.
- Invertimos en un modelo negocio que cuenta con un histórico de resultados positivo, que no nos asegura al 100 % el éxito de nuestro negocio, pero que minimiza el riesgo que toda inversión conlleva, acotando al máximo la posibilidad de haber realizado una mala operación financiera.
Como en cualquier negocio, tenemos que evitar pensar que el simple hecho de realizar la inversión nos garantizará el éxito sin preocuparnos de nada más. La franquicia necesita tiempo, esfuerzo y dedicación, y, por supuesto, seguir las pautas y formas de trabajar indicadas por el franquiciador, quien ha pulido con el tiempo y la experiencia todos aquellos errores que toda empresa comete al empezar desde cero.